Tras dos temporadas largas y complicadas, el míster palmeño Víctor Montesinos, pone fin a su etapa en el Unicaja Banco Sinfín.
El entrenador de La Albericia ha conseguido el objetivo de mantener al cuadro cántabro en la élite nacional estos dos últimos cursos.
Otro de sus logros con el que ha cumplido el entrenador cordobés es ser partícipe de la final de la Copa Sacyr ASOBAL la campaña pasada por primera vez en la historia del club.
Montesinos dejará de formar parte del banquillo sinfinista pero siempre quedará su huella en la entidad santanderina. Su alegría, positivismo y toque sureño no han pasado desapercibidos dejando un gran recuerdo a toda la plantilla, cuerpo técnico, directiva y demás trabajadores.
El técnico se marcha satisfecho con su trabajo y agradecido de poder haber tenido bajo sus órdenes a un equipo en la máxima categoría del balonmano nacional durante dos temporadas.
Desde todos y cada uno los que conforman el Club Deportivo Elemental Sinfín se le agradece enormemente su compromiso, desde la cantera hasta el primer equipo, su dedicación y su esfuerzo por mejorar en todos los ámbitos. Se le desea toda la suerte en sus futuros proyectos, tanto profesionales como personales.
El presidente del club, Servando Revuelta Gil, se muestra muy agradecido y asegura sobre Montesinos: “Trabajo encomiable, muy bueno para planificar las categorías inferiores y una lástima que la distancia con su familia y sus negocios nos separen por el momento. En el aspecto personal es de lo mejor que me he encontrado en el mundo del deporte”.
Carta de despedida de Víctor Montesinos:
“Eternamente agradecido con la oportunidad que me ha dado el Balonmano Sinfín, tanto en lo deportivo como más aún en lo personal.
Solo tengo palabras de agradecimiento a toda la familia Revuelta y el entorno directivo. Hicieron que me sintiera como en casa y me trataron como uno más. Es un club humilde, luchador y donde a todo deportista le encantaría quedarse de por vida.
He creado un gran vínculo con personas y dónde siempre los llevaré en mi corazón.
Mención especial para mi cuerpo técnico, unos trabajadores y sufridores natos. Sin su profesionalidad y constancia no hubiéramos llegado estas dos temporadas a alcanzar el objetivo marcado. Amigos de por vida.
Gracias a todos los jugadores que he tenido la suerte de entrenar en estas dos temporadas, en especial a los capitanes, gran apoyo y un gran reflejo de lo que es compromiso por un club.
Afición, cantera y entrenadores, gracias por vuestra paciencia y el aliento que nos habéis dado cuando todo se ponía cuesta arriba.
Un placer haberme encontrado con el Balonmano Sinfín en mi camino. Aquí tendréis un socio más y miembro de vuestra familia. Hasta pronto. ¡SIEMPRE SINFÍN!”
